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El Retrovisor

Luis Ortiz Muñoz

Terminada la guerra civil, los grandes e importantes retos que la Junta de Gobierno de la Hermandad se propuso alcanzar supusieron un gran empeño por parte de aquellos hermanos que estuvieron al frente de la misma al tener que superarse las grandes dificultades económicas por las que se atravesaba.

La recepción de subvenciones del entonces Ministerio de Educación Nacional contribuyeron de manera determinante a que aquellos proyectos pudieran hacerse realidad ya que los ingresos propios de la Hermandad no hubieran sido suficientes para poderlos acometer. Y una figura clave emerge en este proceso, la presencia de D. Luis Ortiz Muñoz en el Ministerio de Educación Nacional, como Director General de Enseñanza Media, primero, y Subsecretario de Educación Popular del Ministerio, después.

Nacido el 14 de marzo de 1905 en Sevilla, estudió filosofía y letras en esta ciudad y en Granada, doctorándose en Madrid. Colaboró en medios como El Correo de Andalucía, del que llegó a ser redactor jefe, y El Debate. En 1939 ganó por oposición la cátedra de griego del Instituto Nacional de Enseñanza Media «Ramiro de Maeztu» del que inmediatamente fue designado director, cargo en el que permaneció hasta su jubilación. ​En 1942 se convirtió en director general de Enseñanza Media del Ministerio de Educación Nacional , y en 1946 se convirtió en el subsecretario de la nueva Subsecretaría de Educación Popular del ministerio, cargo que desempeñó hasta 1951, año en el que las competencias de la Subsecretaría pasaron a su vez al Ministerio de Información y Turismo, de nueva creación. Falleció el 14 de junio de 1975 en Madrid.

Ortiz Muñoz, por su inmenso amor a Sevilla y a sus hermandades, favorece desde Madrid los proyectos de la Hermandad. Desde mediados de 1943, hay contabilizadas numerosas sumas de dinero que, a modo de subvenciones, son recibidas desde la Subsecretaría del Ministerio y que sin duda contribuyeron al desarrollo de la Hermandad y a sufragar los grandes gastos originados con motivo de la construcción del “paso” de palio. Un recuento minucioso de estas subvenciones, contabilizadas en el período 1943-1972 y que aparecen reflejadas en los balances económicos correspondientes a los ejercicios de Mayordomía de esos años, arroja una cantidad de 1.588.006,24 pesetas. A partir de 1972, dichas subvenciones dejaron de recibirse.

Pero no solamente en dicha cuestión económica la intervención de Ortiz Muñoz es decisiva. Innumerables son las ocasiones en que se solicita su mediación para solucionar cualquier conflicto. Posiblemente su amistad con el Hermano Mayor y otros muchos miembros de la Junta de Gobierno, contribuiría a este trato fluido con tan decisivo hermano. A modo de ejemplo podemos citar algunas de sus intervenciones.

A principios del año 1943, tras la ejecución de unas obras en la pequeña capilla anexa a la iglesia, que motivaron la instalación provisional del Santísimo Cristo en el Altar Mayor de la Anunciación, se piensa en la conveniencia de su ubicación definitiva en el interior del templo ante las reducidas dimensiones de dicha capilla, y para ello se interesó una solución consistente en “…quitar del altar del crucero –lado del Evangelio-, el retablo de pinturas de Francisco Pacheco (también conocido como el de la Virgen de Belén, hoy día en la nave central), que armoniza mal con la traza arquitectónica del expresado altar, que está pintado de blanco y que, aunque hecho en el siglo pasado, es copia del que, frontero a él –en el lado de la epístola de dicho crucero-, alberga a la Inmaculada de Martínez Montañés. De esta manera podría colocarse en el hueco que dejaría el retablo de Pacheco, la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, obra de Juan de Mesa, dorando el altar para que quedase igual al citado de la Inmaculada…”. Las gestiones se llevaron a cabo a través de Ortiz Muñoz previa instancia de la Hermandad al Sr. Ministro de Educación, y fructificaron en el mes de junio de dicho año, con la expresa autorización del Ministerio para el traslado de la Sagrada Imagen desde la Capilla donada en su día por D. Anselmo L. García y Ruiz, al lado izquierdo del Crucero, en el del Evangelio, al Altar que ocupaba el retablo de Pacheco y, al mismo tiempo, el dorado del mismo, autorización que fue trasladada a la Hermandad en escrito del Sr. Rector en el que se recogía además la subvención de 10.000 pesetas que se había consignado para los gastos de adecuación del altar.

Escrito del Rector Mota y Salado de 5 de junio de 1943, dando traslado de la autorización.

La colocación del Crucificado en dicho Altar fue un hecho porque en carta que le dirigió el Hermano Mayor a Luis Ortiz el 30 de noviembre de 1943, comenzaba señalándole “Querido Luis: Ya tenemos al Santísimo Cristo de la Buena Muerte en su nuevo altar y asimismo está colocado en la Capilla el retablo de Pacheco…”, rogándole más adelante “…nos tengas en cuenta pues sin la ayuda económica oficial no podemos terminar la reforma del altar y, sobre todo, dorarlo, como es el proyecto de Hernández Díaz…”. Los trabajos de acomodación del Altar fueron presupuestados por Vicente Serradilla Bago, carpintero de la Universidad y hermano de la Corporación, en 38.500 pts., aunque hubo otro de Francisco Ruiz y Rodriguez, presupuestado en distintos precios según la calidad del acabado. El Altar en cuestión es el que en la actualidad, se encuentran entronizadas las imágenes de la hermandad del Valle.

Distintas imágenes del altar al que fue trasladado el Stmo. Cristo en 1943, hoy día utilizado por la hermandad del Valle.

En el mes de octubre de 1945 el Hermano Mayor Sr. Ruiz del Portal recibe llamada telefónica del Sr. Rector comunicándole se preparase y acondicionase la Imagen del Santísimo Cristo para su traslado a Madrid, con motivo de una Exposición Nacional con las mejores imágenes de Jesucristo en el Centenario del Apostolado de la Oración, de la que era Comisario el Marqués de Lozoya. Ante lo inesperado de la noticia, el Hermano Mayor se puso inmediatamente en contacto con Luis Ortiz quien le manifestó ignorar dicha petición, prometiendo sus gestiones con el Sr. Ministro para anular la orden de traslado. Efectivamente el 6 de noviembre, sendos telegramas del Sr. Ministro de Educación y del Director General de Enseñanza Superior son recibidos en la Hermandad; en el de éste último se contiene el siguiente texto “TENGO GRAN PLACER COMUNICARTE PARA QUE A SU VEZ LO HAGA JUNTA COFRADIA QUE EXCMO SR MINISTRO ACCEDE A SANTO CRISTO NO SALGA ESA UNIVERSIDAD. SALUDOS ORTIZ”, siendo el mismo contestado por otro del Hermano Mayor, que rezaba “COFRADIA ESTUDIANTES TE AGRADECE UNA VEZ MAS TUS DESVELOS DEMOSTRADOS AHORA AL CONSEGUIR NO SALGA DE SEVILLA SANTO CRISTO BUENA MUERTE. ABRAZOS DE TODOS. RUIZ DEL PORTAL”.

Carta de Ortiz Muñoz de 31 de octubre de 1945, dando traslado de la resolución del Ministro.

La intervención de Luis Ortiz es decisiva también para que en el año 1947, y con motivo de celebrarse el IV Centenario del nacimiento de Cervantes, tengan lugar en Madrid una serie de actos conmemorativos, lo que motiva que se autorice por la Junta de Gobierno el traslado a la capital del “paso” del Santísimo Cristo que, sería llevado por los mismos costaleros que utilizaba entonces Rafael Franco, portando en él la venerada imagen del Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona, lo que tuvo lugar en la tarde del día 7 de octubre de dicho año, procesión que recorrió diversas calles de la capital desde su salida de la Iglesia de San Isidro, calle Mayor, Puerta del Sol, Atocha y plaza de Santa Cruz. Delante del “paso” presidieron dos Canónigos de la Catedral barcelonesa y dos llamados “portantes” del Cristo de Lepanto con sus típicas túnicas penitenciales, yendo, además del capataz Rafael Franco, como fiscal de “paso” el Teniente de Hermano Mayor Sr. García y García que marchó a Madrid en autobús en unión de la cuadrilla de costaleros, regresando posteriormente por ferrocarril.

La prensa se hizo eco de la solemnidad del acto, trasladándose el agradecimiento de la Corporación a D. Luis Ortiz, quien contesta en telegrama de 11 de octubre con el siguiente texto: “RECIBO CORDIAL TELEGRAMA Y A MI VEZ FELICITO A TODOS POR MAGNÍFICA COLABORACIÓN PRESTADA ESPLENDOR CENTENARIO CERVANTES. ABRAZOS. LUIS ORTÍZ”.

Diversas notas de prensa de la celebración en Madrid.

Pero sin duda, la intervención más importante de Ortiz Muñoz sea aquella que culmina en el mes de mayo de 1943, con la cesión a la Hermandad por parte del Ministerio de Educación Nacional, de la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que queda formalizada mediante Orden Ministerial. De ello tendremos ocasión de relatarlo en otra ocasión.

Luis Ortiz Muñoz fue nombrado Hermano Mayor Honorario de la Corporación, entregándosele el Martes Santo de 1944, pergamino en el que se recogía dicho nombramiento y una Medalla de oro con la efigie del Santísimo Cristo; en el texto de aquel se justificaba el nombramiento “…por el gran fervor demostrado a sus amadas imágenes titulares, sus desvelos por el engrandecimiento de la Hermandad y en reconocimiento a su eficaz labor”.

Pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 1943, ya en la década de los años sesenta sería nombrado “Cofrade Ejemplar” concediéndosele además la Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla, homenajes a los que se sumó la Hermandad incondicionalmente.

Títulos de Hermano Mayor Honorario y Cofrade Ejemplar otorgados a Ortiz Muñoz.

En 1975, con motivo de su jubilación, le fue tributado un gran homenaje en Madrid con la asistencia del entonces Ministro de Educación Martínez Esteruelas, y gran número de autoridades y de las hermandades sevillanas, homenaje en el que le fue entregada la Gran Cruz de la Orden de Carlos III. El Hermano Mayor entonces al frente de la Hermandad Sr. Mena-Bernal Romero, le dirigiría carta en la que mejor se resume la importancia de Ortiz Muñoz en la Hermandad. Decía en ella el Hermano Mayor que “en la historia corta pero honda de esta Hermandad, su nombre y, lo que es más importante, su corazón, son piedra básica de su edificio. Sin él no habría podido llegar a ser lo que es en la actualidad”. En el mes de junio del mismo año, tres meses después de su jubilación, D. Luis Ortiz Muñoz falleció víctima de un derrame cerebral, celebrándose honras fúnebres por el eterno descanso de su alma.

Imágenes del homenaje que se le tributaría en Madrid en 1975.

(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)

 

 

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