En 1997 va a celebrarse el XXV aniversario de la salida de la primera cuadrilla de hermanos bajo las trabajaderas del “paso” del Santísimo Cristo. Los miembros de aquella primera cuadrilla de costaleros van a ser convocados a la misa conmemorativa de tal efeméride el día 15 de marzo del citado año, que tendrá lugar en la capilla universitaria y que será oficiada por el Rvdo. P. D. Salvador Linares en ausencia del Director Espiritual. A los integrantes de aquella primera cuadrilla les fue entregada una cruz de madera, reliquia de la Cruz reemplazada en la última restauración del Santísimo Cristo.
Pero el acto principal del aniversario tendrá lugar al finalizar el Besapiés al Santísimo Cristo, el domingo 16 de marzo de 1997, con la celebración de un Vía-Crucis por la lonja de la Universidad. La imagen del Santísimo Cristo, en unas andas cedidas por la hermandad de San Bernardo, fue portado por los miembros de la Junta de Gobierno del año 1973 y por aquella primera cuadrilla de costaleros, rezándose las distintas estaciones por diversos hermanos en medio de un gran silencio y recogimiento.
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Los actos conmemorativos del LXXV aniversario de la fundación de la Hermandad, van a culminar el domingo 21 de noviembre de 1999, día elegido para la celebración del Solemne Pontifical en la iglesia de la Anunciación. A las 7:00 horas de la mañana se va a proceder al traslado de las Sagradas Imágenes que serán acompañadas por un cortejo de cincuenta parejas de cirios delante de cada una de ellas. A las 11:00 horas va a comenzar la celebración eucarística que es presidida por el Sr. Arzobispo y concelebrada por sacerdotes hermanos de la Corporación. Durante el acto se va a proceder a la firma del documento de hermanamiento con la Hermandad de la Macarena, que a su vez hace entrega de su Medalla de Oro. A las 19:00 horas se inicia el regreso a la Capilla Universitaria. El Santísimo Cristo es trasladado en unas andas cedidas por la hermandad de San Bernardo, y la Santísima Virgen, también sobre andas, es acompañada musicalmente por la Banda de la Región Militar Sur.
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En el mes de diciembre de 2002 el Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías traslada al Hermano Mayor que la Imagen Titular de la Hermandad ha sido la elegida para presidir el Solemne Vía-Crucis de la cuaresma del año 2003.
El cortejo lo va a encabezar la Cruz de Guía acompañada por sus faroles y precedida por cuatro cirios; dos tramos de éstos separados por el Estandarte y sus varas, darán paso a una ante-Presidencia compuesta por los antiguos Hermanos Mayores, y a la propia Presidencia con el Director Espiritual Rvdo. D. José Mazuelos, el Vicerrector de Relaciones Institucionales D. Adolfo González, Vicepresidente del Consejo –al no poderlo hacer el Presidente- y Hermano Mayor; los acólitos, con ciriales e incensarios, anunciarán las andas del Santísimo Cristo -cedidas por la hermandad de San Bernardo-, que será flanqueado por los dos faroles antiguos y rodeado por seis miembros de la Junta de Gobierno que velarán en todo momento por la seguridad; el preste y sus acólitos cerrarán el cortejo abierto a todos los hermanos mayores de siete años a los que se les hace entrega de una artística papeleta de sitio. Las andas serán portadas en el trayecto de ida por las Juntas de Gobierno de las hermandades de la Macarena -que recibirán el honor de realizar la salida desde la capilla-, del Martes Santo, de la de San Bernardo y de la de Santa Genoveva, que es la encargada de hacer la entrada en la Santa Iglesia Catedral. En el recorrido de vuelta, se abrirá a todos los fieles de Sevilla la posibilidad de sumarse a las andas del Santísimo Cristo.
Y así, a las seis de la tarde del día 10 de marzo de 2003, va a dar comienzo la celebración eucarística previa en el interior de la capilla a los pies del Santísimo Cristo ya en sus andas. Finalizada la misma, se va a iniciar el traslado de la Sagrada Imagen ante un numerosísimo público que va a desbordar todas las previsiones. Lo experimentado aquella tarde por cada hermano de los Estudiantes y por todo el pueblo de Sevilla, tanto en el recorrido de ida como en el de vuelta, así como en el devoto rezo del Vía-Crucis por las naves catedralicias será de un incalculable valor espiritual. En la memoria de las vivencias cofrades quedará para siempre el repique de las campanas de la Giralda, en contraste con el silencio de las murallas del Alcázar al paso de la Buena Muerte como si de un Martes Santo se tratara.
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En el último trimestre del mismo año, el Hermano Mayor recibe la visita del de la hermandad del Santo Entierro quien le informa de distintos pormenores de la procesión del Santo Entierro Magno que va a tener lugar el próximo año 2004 con motivo de cumplirse el IV Centenario desde que las hermandades comenzaron a hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, siendo su deseo que el pasaje de Cristo Muerto en la Cruz, sea ocupado por la Bendita Imagen del Crucificado de la Buena Muerte, petición que el Hermano Mayor traslada a la Junta de Gobierno, que acepta por unanimidad la propuesta al tratarse de una invitación expresa y el honor que representa dicha elección.
Con motivo de tal ocasión se confecciona una “papeleta de sitio” que se entrega a los hermanos que formarán el cortejo el Sábado Santo, 10 de abril de 2004. Todo se encuentra preparado en la Capilla Universitaria para dar inicio al traslado. Treinta parejas de cirios, acólitos y miembros de la Junta de Gobierno se disponen a vivir una tarde histórica. El Vicerrector de Relaciones Instituciones forma en la Presidencia. Poco antes de la salida desde la Capilla, una fotografía con todos los que forman parte del cortejo delante del “paso”, conservará para siempre el recuerdo de lo vivido.
En aquella procesión extraordinaria del Santo Entierro Magno, desfilaron sucesivamente los “pasos” de las hermandades de La Borriquita, Montesión, San Gonzalo, la Amargura, San Esteban, Pasión, San Isidoro, las Siete Palabras, Santa Cruz, Buena Muerte, Carretería y Quinta Angustia junto a los propios de la hermandad del Sábado Santo.
A las 16:45 horas se inició el recorrido que fue alterado con respecto al habitual de cualquier Martes Santo; se volverá a aquel que la Hermandad utilizara de regreso cuando aún residía en la calle Laraña. El paso del Santísimo Cristo por la parte estrecha de la calle Placentines hace rememorar momentos de añoranza y nostalgia de otros tiempos de Universidad. Las imágenes vividas por los Hermanos más jóvenes se engarzan con las experiencias pretéritas vividas por nuestros mayores, así como con los recuerdos delineados en una fila nazarena entrecortada por el sol de Laraña que acompaña la imagen de un Cristo que volvió a ser de la Buena Muerte una tarde de Sábado Santo.
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La última salida extraordinaria se va a producir en el año 2005. La Universidad Hispalense va a celebrar el Quinto Centenario de su fundación, y en una entrevista que el Hermano Mayor mantiene con la Vicerrectora de Relaciones Institucionales y el profesor D. Juan Antonio Carrillo Salcedo, Comisario del V Centenario, enterado de la celebración eucarística que va a servir de colofón a dicho acontecimiento en la Santa Iglesia Catedral, propone a aquellos que la misma sea presidida por la imagen del Cristo de los Estudiantes, idea que éstos acogen favorablemente.
Aprobado el proyecto por la Junta de Gobierno de la Hermandad, y fijado el día de tal celebración el 24 de junio de 2005, a primera hora de la mañana, a hombros de los hermanos y con un reducido cortejo, es trasladado a la S.I.C. quedando entronizado sencillamente en el fastuoso altar de plata del Jubileo. Por la tarde, con la presencia del Sr. Rector y Autoridades Académicas, Su Eminencia Reverendísima celebra la Misa de Acción de Gracias, concelebrada con un nutrido grupo de sacerdotes, todos ellos antiguos alumnos universitarios. A la solemnidad del acto contribuye la interpretación de la Misa de la Coronación de W. A. Mozart, por el Coro de la Universidad Hispalense. Finalizada la misma, la Sagrada Imagen será bajada nuevamente del altar iniciándose el traslado de vuelta a la Capilla.
(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)
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