En 1965 va a tener lugar la celebración de la Misión General de la Archidiócesis en Sevilla, por lo que durante el plazo de un mes la ciudad se va a convertir en un gran escenario invadido de religiosidad popular, trasladando a varias de las imágenes titulares de distintas Hermandades a distintos puntos de la ciudad para celebrar numerosos actos pastorales y formativos. La Hermandad se sumó a este acontecimiento figurando en la relación siéndole asignada la zona décima del Porvenir, teniendo que trasladar la imagen del Santísimo Cristo al centro número cuatro situado en la caseta ferial del Real Círculo de Labradores en el Prado de San Sebastián, cuya estructura metálica en aquella época permanecía instalada durante todo el año, lugar que le fue fijado por su proximidad a la Universidad.
El traslado de la Sagrada Imagen se llevaría a cabo el 28 de enero de 1965, permaneciendo en dicho lugar hasta el siguiente día 15 de febrero. A las cinco de la tarde de aquel día de finales de enero se iniciaría el traslado desde la iglesia de la Anunciación, y atravesando por el interior de la lonja de la universidad, se accedería al Prado de San Sebastián hasta la misma caseta del Real Círculo de Labradores, donde sería recibido el cortejo por el presidente del centro Sr. Esquivias y Salcedo y miembros de la Junta directiva, ofreciéndose al Santísimo Cristo una ofrenda floral.
Durante dicha celebración misional, el día 3 de febrero el Santísimo Cristo fue trasladado a la Facultad de Ciencias, llevado a hombros de universitarios e introducido en el recinto por los catedráticos concurrentes. Allí tiene lugar la actividad central más importante de la Misión en la Universidad que se desarrollaría durante toda la jornada, concluyendo sobre las siete de la tarde. El día 15 de febrero se clausuraron las Santas Misiones con la celebración de la Eucaristía en la Puerta de Jerez que presidió la Virgen de los Reyes.
Por la tarde se iniciaría el traslado de regreso del Santísimo Cristo a la Anunciación, encabezando el cortejo una cruz alzada y tras ella los Guiones de las Facultades, hermanos con cirios y Estandarte corporativo. A las nueve y media de la noche haría su entrada en el templo universitario después de haber residido durante varios días muy cerca de lo que, a partir del siguiente año 1966, iba a ser su nueva sede, la capilla universitaria de la antigua Fábrica de Tabacos.
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Con motivo de las Santas Misiones, la Semana Santa de 1965 va a contar con un Sábado Santo “grande”. A finales de marzo se recibe carta firmada por el Alcalde de Sevilla y Teniente de Hermano Mayor de la hermandad del Santo Entierro de Cristo, solicitando a la Hermandad “se sirva dispensarle el especial favor de acompañarle en la Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral del Sábado Santo de 17 de abril de 1965, con el paso de sus Sagrados Titulares (en plural, sic), pagándole Dios Nuestro Señor con creces esta cooperación que espero nos sea concedida y comunicada a la mayor brevedad posible…”. Ello da lugar a la convocatoria de un Cabildo urgente, en el que se acuerda por unanimidad acceder a dicha petición. La cofradía del Santo Entierro iba a incluir en su cortejo los siguientes pasos y en el siguiente orden, Oración en el Huerto, Prendimiento, Desprecio de Herodes, Columna y Azotes, Coronación de Espinas, Presentación al Pueblo, Jesús de la Pasión, Exaltación, Lanzada, Buena Muerte, Quinta Angustia y Piedad, aunque uno de ellos, el “paso” de misterio del Prendimiento, no pudo definitivamente hacerlo al no presentarse los costaleros.
El cortejo de la Hermandad se iniciaba con una pareja de nazarenos con bocinas, seguidos de los cuatro Guiones de las Facultades; continuaba con una representación de las Hermandades de la Candelaria y San Isidoro; tras el Estandarte seguían veinte parejas de cirios, cerrando el cortejo la presidencia con tres nazarenos, uno de cada una de aquellas Hermandades más la de los Estudiantes.
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A partir de 1966 y ante la palpable realidad del fin de las obras de reforma en la nueva capilla de la calle San Fernando, la Hermandad comienza a realizar los preparativos para el traslado. Los Sres. Dianez Leal y Collantes de Terán son designados para el seguimiento de los mismos. El Domingo de Ramos de 1966 es el último en el que se recibe, a su regreso, a la hermandad de la Amargura a su paso por la calle Laraña, depositándose una canastilla de flores a los pies de la Dolorosa de San Juan de la Palma. Igual ocurrirá con la hermandad de la Macarena, siéndole entregada la Medalla de oro a la Virgen de la Esperanza en la mañana del Viernes Santo a su paso por la iglesia de la Anunciación. Se solicita y recibe del Palacio Arzobispal la autorización oportuna para el traslado de las Sagradas Imágenes. Se recibe, a través del Rectorado, el interés del Ministro de Educación por presidir el traslado que, definitivamente, va a tener lugar en la noche del sábado 26 de noviembre de 1966.
A las ocho y media de la tarde ha llegado el ministro de Educación Nacional Sr. Lora Tamayo siendo recibido por las primeras Autoridades de Sevilla, Académicas, Director Espiritual, Hermano Mayor y Junta de Gobierno de la Hermandad. Después de firmar en el libro de oro de ésta y conocer de primera mano los proyectos inmediatos de la Cofradía, ocupa un reclinatorio en la iglesia junto a su esposa, cerca de la Sagrada Imagen del Crucificado que ha sido colocado en el suelo junto a Su Madre de la Angustia en unas andas cedidas por la hermandad de la Amargura. Acompañan representaciones de las hermandades de la Macarena y del Silencio.
Celebrada la Santa Misa con intervención de la escolanía, se pone en marcha la comitiva abriendo la misma la Cruz de Guía, hermanos con cera, Guiones de las Facultades, Estandarte y Presidencia. El Director Espiritual dirige el rezo del Rosario. Se sigue el itinerario a través de las calles Puente y Pellón, Plaza del Pan, Francos, Placentines, Plaza de la Giralda (sic), Triunfo, San Gregorio y San Fernando, “abarrotadas de un público silencioso y emocionado”. En la puerta de la nueva Universidad, el claustro universitario y autoridades reciben al cortejo, siendo trasladadas las imágenes a la capilla donde una banda de música militar toca el Himno Nacional coincidiendo con la entrada. El acto se cierra entonándose una Salve a la Santísima Virgen.
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Desde 1972 y hasta 1982 la Hermandad va a celebrar sus cultos cuaresmales en la Catedral, como ya hemos tenido oportunidad de narrar en artículo anterior. Para ello, los lunes anteriores al inicio del Quinario, a las siete de la mañana, se iniciaba el traslado de las Sagradas Imágenes, siendo devueltas a su capilla de la calle San Fernando, al atardecer del domingo posterior. La siguiente fotografía que se añade corresponde a dichos traslados.
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A lo largo de todo el año 1974, la Hermandad celebrará numerosos actos con motivo de la conmemoración del Cincuentenario de la Fundación. Los actos centrales del aniversario tienen lugar en el mes de noviembre, con la celebración del Triduo Fundacional en la iglesia de la Anunciación donde, pocos días antes de su comienzo, han sido trasladadas las Sagradas Imágenes a hombros de los hermanos y en andas la Stma. Virgen.
El broche lo constituye el Solemne Pontifical en la mañana del 17 de noviembre de 1974. Está presente el Ministro de Educación Sr. Martínez Esteruelas que llegó expresamente desde Madrid para la conmemoración. Por la tarde presidiría la solemne procesión de regreso a la Universidad en la que formarán representaciones de todas las hermandades de la feligresía y de las vinculadas con la Hermandad, siguiéndose el antiguo itinerario de regreso de la Hermandad, hasta llegar a la Catedral donde el cortejo es recibido por el Cabildo Catedralicio presidido por el Sr. Cardenal, entonándose un “Te Deum” de acción de gracias y continuándose luego hasta la entrada en el recinto universitario.
Con motivo de la efeméride, el “paso” de la Stma. Virgen estrenaría dos faroles de cola realizados en los talleres de orfebrería de Villarreal, siendo la plata donación de la propia Universidad según consta en escrito de agradecimiento que se remite al Sr. Rector el 30 de julio de 1974. Ante el ofrecimiento de la Banda Municipal de Música para intervenir en la procesión de regreso, será autorizada por la Junta de Gobierno para que acompañe el “paso” del Santísimo Cristo donde únicamente es interpretada la marcha dedicada al Sagrado Titular compuesta recientemente por su director José Albero, y “Ione”.
Los actos del cincuentenario de la Fundación marcarán un hito en la historia de la Hermandad y serán ejemplo para similares celebraciones de otras hermandades.
(CONTINUARÁ)
(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)
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