Por salidas extraordinarias queremos entender aquéllas no coincidentes con ningún culto de Regla, pero que de alguna manera han motivado o se han debido a la realización de un culto excepcional a cualquiera de las sagradas imágenes. Intentaremos resumirlas, aunque no descartamos la existencia de alguna otra que no aparezca reflejada en los archivos de la Hermandad.
Hasta el año 1949 no encontramos la primera de ellas, y tiene lugar con motivo de la celebración del XXV aniversario de la fundación de la Hermandad. Después de la celebración de un triduo a los Titulares de la corporación durante los días 17, 18 y 19 de noviembre de ese año, se celebra por la mañana la fiesta principal conmemorativa con Misa de Comunión General, presidida por el cardenal D. Pedro Segura y Sáenz, ministrado por los capitulares del Cabildo Catedralicio.
A las cuatro de la tarde del domingo 20 de noviembre, privadamente, es descendida la imagen del Stmo. Cristo de la Buena Muerte para la celebración de un Vía Crucis por la plaza de la Encarnación. Efectivamente, la plaza presenta esa tarde un aspecto magnífico, con los balcones de las casas circundantes engalanados con tapices y colgaduras. En el centro de la plaza se ha instalado una tribuna y en ella, levantado un altar con seis candelabros y un severo crucifijo, alrededor se han colocado las correspondientes Cruces para el desarrollo del Vía Crucis, siendo colocada la Cruz procesional de la Hermandad en la estación número XII. Numerosos hermanos con cirios se han ido colocando en las correspondientes cruces siendo trasladado el Stmo. Cristo a hombros de los hermanos fundadores, deteniéndose delante de cada Cruz de la Estación correspondiente mientras que el Canónigo Magistral Dr. D. Francisco Javier Alert y Solá dirige el rezo.
La tarde fue desapacible y el frío intenso por lo que el Sr. Cardenal hubo de aguardar en el interior del templo a la terminación del acto; una vez colocado el Stmo. Cristo a los pies del altar mayor, se manifestó el Santísimo Sacramento y después de efectuada la Bendición, fue reservado. Por el prelado se dirigió a los presentes la Bendición Papal que directamente solicitara de S.S. Pío XII con motivo de esta conmemoración, finalizándose con ello los actos de la efeméride.
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Un hecho singular acaece a comienzos del mes de marzo de 1952, al recibirse una petición del misionero franciscano que predicaba la Santa Misión para universitarios en el templo de la Anunciación, al solicitar le fuera permitido sacar procesionalmente y a hombros la imagen del Santísimo Cristo en el Vía Crucis que iba a tener lugar en la tarde del día 12. Reunida en cabildo extraordinario y urgente la Junta de Gobierno y una vez conocido que el Rector había dejado en completa libertad a la Hermandad para tomar una decisión al respecto, a propuesta del Director Espiritual –contrario a dicha petición-, se acuerda denegar dicha solicitud, continuando el Santísimo Cristo presidiendo el altar mayor hasta la terminación de los ejercicios misionales que se estaban celebrando en la ciudad, en que debería ser devuelto a su altar en la nave del evangelio. Pero de manera sorpresiva, en el cabildo de oficiales del 21 de abril siguiente se hace constar que, no obstante el acuerdo del cabildo anterior, la Sagrada Imagen fue sacada para el Vía Crucis por disposición de la Autoridad Eclesiástica, limitándose el traslado a dar una vuelta por la plaza de la Encarnación, dándose así cumplimiento a la referida disposición de la Autoridad y limitándose el Cabildo a “…aprobar lo realizado en virtud de las órdenes superiores”.
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En el año 1954 tiene lugar el acto oficial de inauguración del nuevo edificio de la Universidad Hispalense en su nueva sede de la antigua Fábrica de Tabacos, acto que, con asistencia del Ministro de Educación y señalado para el día 30 de marzo, comprendía la bendición de la nueva Facultad de Derecho, acontecimiento éste para el que se había hecho público el traslado de la sagrada imagen del Cristo de la Buena Muerte a fin de que presidiera dicha conmemoración.
Tal circunstancia no es del agrado de la Junta de Gobierno que, reunida en cabildo extraordinario el 23 de marzo, mantiene en principio una postura contraria al traslado de la sagrada imagen, considerándose haberse prejuzgado la cuestión sin contar con el parecer y, sobre todo, beneplácito de la propia Junta de Gobierno de la Hermandad, entendiéndose como una desatención a la misma. Se enfrentan dos posturas, por un lado se alza la voz del Sr. Moya García, diputado mayor de gobierno, favorable al traslado de la sagrada imagen ya que es inexcusable a su juicio su no presencia en el primer acto universitario a celebrar en los nuevos locales; en el lado opuesto el Sr. García y García, consiliario, manifiesta su parecer a que la imagen del Santísimo Cristo únicamente debía salir el Martes Santo. Tras las intervenciones del Hermano Mayor Sr. Camacho Baños y del Sr. Ramos Rubau, partidarios de que la Hermandad no puede estar ausente en el acto inaugural de la nueva Universidad, se somete a votación la cuestión, siendo aprobado el traslado con cinco votos en contra, puntualizándose además la forma en que el traslado ha de llevarse a cabo que debería serlo por el trayecto más corto, debiendo regresarse en el mismo día de la forma más sencilla, rezándose el Santo Rosario durante el recorrido y comunicándose al Rector todo lo acordado.
Sin embargo el tema no iba a finalizar todavía por cuanto el acto inaugural, señalado en principio para el martes 30 de marzo, iba a aplazarse hasta el siguiente domingo 4 de abril por la imposibilidad de desplazamiento del Sr. Ministro. Ante tal circunstancia y habida cuenta que en tal domingo está prevista la celebración del Besapiés al Santísimo Cristo, se reúne la Junta de Gobierno el mismo día 30 de marzo, donde se dan a conocer tales pormenores, abriéndose de nuevo un frente contrario al traslado con el Teniente Hermano Mayor Sr. Palomo a la cabeza y los señores García y García y Ríos Sánchez como coadyuvantes, en oposición a aquellos miembros favorables al traslado para presidir un acto universitario de tal calibre que va a contar además con la presencia del Sr. Arzobispo y un Ministro del Gobierno, entre los cuales toman la palabra los señores Pedrote García, Manzano y Manzano, Moya García, y finalmente el Hermano Mayor y Director Espiritual, sometiéndose nuevamente a votación el traslado, que arrojó un resultado de ocho votos a favor frente a cinco en contra.
Los actos inaugurales tienen lugar definitivamente el domingo 4 de abril bajo la presidencia del Ministro de Educación D. Joaquín Ruiz Giménez, siendo trasladado el Santísimo Cristo a la nueva Facultad de Derecho el mismo domingo por la mañana, siguiendo el itinerario más directo y a hombros de los miembros de la Junta de Gobierno y de aquellos pertenecientes a Juntas anteriores. A las 8:00 de la mañana se inicia el recorrido de ida por las calles Puente y Pellón, Plaza Jesús de la Pasión, Francos, Placentines, Plaza Virgen de los Reyes, Triunfo, Plaza de la Contratación, San Gregorio, San Fernando, siendo rezado el Santo Rosario durante el trayecto. Al llegar a la nueva Facultad, la Sagrada Imagen es colocada en un altar instalado en el Aula II, profusamente exornado con cirios y centros de flores, ante el que, a las doce de la mañana, va a tener lugar el acto inaugural. Tras la llegada de las autoridades, el Capitán General Sáenz de Buruaga recibe al Ministro que pasa revista a las fuerzas que, con Bandera y banda y situadas a lo largo de la lonja, le rinden honores de ordenanza. Inmediatamente llega S.E.R. el Cardenal Arzobispo, pasando al altar donde, revestido de pontifical, procede a la bendición. Finalizado el acto es iniciado el recorrido de regreso a la iglesia de la Anunciación a las siete de la tarde.
(CONTINUARÁ)
(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)
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