Categorías
El Retrovisor

Las primeras salidas de la Cofradía de la Buena Muerte

Los primeros pasos de la Hermandad después de su fundación debieron ser titubeantes y plenos de dificultades, como lo demuestran algunos hechos acaecidos por entonces. Pero sin duda, una de las principales causas que contribuyera a ello fuera el ver truncado desde el primer año el principal motivo de la fundación de la Hermandad: rendir culto público al Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Efectivamente, el 16 de marzo de 1925, cuatro meses después de la fundación, tiene lugar Cabildo General de hermanos, en el que el Teniente Hermano Mayor, Sr. Mota y Salado, propone no realizar ese año la salida procesional por no hallarse la Hermandad en condiciones para ello. Probablemente la escasez de recursos y de los elementos necesarios para efectuar la salida procesional (no se encontraba aún terminado el paso y existía una falta absoluta del juego de insignias), motivaron esta decisión, que, sin embargo, sometida a votación, no resultó aceptada. A pesar de ello, la salida no llegó a efectuarse sin que se dieran razones de tal medida antes del mismo Martes Santo. Es con posterioridad al mismo cuando el Hermano Mayor, Sr. Candau Pizarro, Rector de la propia Universidad, comunica a los hermanos que había tomado tal decisión por la conveniencia de que la Cofradía universitaria se presentase en público con el decoro correspondiente, criterio éste que había compartido con el Sr. Arzobispo.

A finales de 1925, el paso de Cristo está finalizándose en los talleres de Francisco Olivera. Este es de caoba (aunque en recientes restauraciones del mismo se ha advertido de que solamente contiene algunas partes de esta madera), y de estilo renacentista, habiéndose abandonado la idea de un paso dorado por razones puramente económicas. Es costeado por suscripción de los propios hermanos con un presupuesto de 9.000 pesetas.

Año 1926. El paso del Stmo. Cristo preparado para la primera salida procesional.

El 30 de marzo de 1926 luce el sol aunque el día anterior ha llovido impidiendo la salida de las cofradías del día, lo que motiva que la hermandad del Museo haga estación de penitencia en la tarde del Martes Santo, en primer lugar. A las siete y veinte se abren las puertas de la Anunciación ante un expectante gentío, y la Cruz de guía de la Cofradía de la Buena Muerte (como se la conoce entonces), se pone en la calle. No consta en los archivos de la Hermandad la lista de la cofradía, aunque sí consta que el paso del Santísimo Cristo fue acompañado por la banda de música del Regimiento Granada nº 34 (contratado a razón de 350 pesetas la música, y 150 las cornetas y tambores). El acompañamiento musical no se repetiría ya en la salida procesional del siguiente año.

Año 1926. Primera salida procesional.

Más datos conocemos de la salida de la cofradía del 12 de abril de 1927 (segunda salida procesional), en la que se fijaron unas cuotas a abonar por los hermanos, de cinco pesetas para los cirios, diez pesetas para los miembros de la junta de gobierno y veinticinco para la presidencia del paso. La cofradía tuvo el siguiente orden: Cruz de Guía, Senatus, bandera de la Hermandad o negra, libro de Reglas, Estandarte, presidencia, acólitos, bocinas y paso del Santísimo Cristo, y estuvo compuesta por un total de ochenta nazarenos y dos sacerdotes (D. Eloy Montero y D. Pedro Maya León), teniendo que estar la Cruz de guía en la Campana a las 20:15 horas, y fuera de la Catedral, a las 22:00. El coste de los jornales de capataz y costaleros fue de 434,50 pesetas.

Año 1926. El paso del Stmo. Cristo. Delante de él figuran D. Vicente Serradilla, D. Enrique Respeto, Dª Mª Angeles, D. José María y Dª Mercedes González Nandín, D. Clemente del Camino y D. Miguel Bago Quintanilla, que ayudaron a preparar el paso.

En las salidas procesionales de años sucesivos, se continuaron estrenando insignias, como el Estandarte realizado por Concepción Fernández del Toro, al igual que los paños de bocina, según dibujo de Dª Herminia Álvarez Udell de Martín, y de igual forma, la Cruz de guía tallada por Francisco Olivera Fernández y donada por el mismo y que es la que actualmente posee la Hermandad.

En el cortejo procesional del Martes Santo de 3 de abril de 1928, figuró una  presidencia de honor de la Universidad, de etiqueta, compuesta por el Rector D. Feliciano Candau Pizarro, D. José Mota y Salado, D. José López de Rueda, D. Miguel Royo Gonzálvez y D. Adolfo Rodríguez Jurado. La prensa local se hacía eco del esplendor, devoción y recogimiento de la Cofradía, destacando en el desaparecido “Noticiero sevillano”, el siguiente epígrafe: La de los Estudiantes llama la atención por su belleza”.

A título de anécdota cabe citar que en dicha estación de penitencia del año 1928 se da cuenta al Vicario dos días después que, durante el recorrido, el preste y cruz parroquial de la del Divino Salvador, que acompañaban a la Hermandad, se retiraron de la procesión en la calle Tetuán, pudiendo ser retenida la cruz por el Mayordomo a pesar de las frases malsonantes que profirió el portador de la misma.

Las salidas procesionales de los años 1930 y 1931 tienen lugar los días 15 de abril y 31 de marzo respectivamente, estando presididas por el rector D. Ramón Carande. En esta última, se estrenarían los faroles para acompañar a la Cruz de guía y los tubos de las bocinas.

Los tristes acontecimientos vividos por la Hermandad en los años sucesivos, con el cierre de la Anunciación, determinarían que la salida procesional no volviera a tener lugar hasta el año 1935.

Año 1935. Salida procesional

(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies