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El Retrovisor

La Concordia

Los problemas horarios de las distintas hermandades que conforman el Martes Santo no son una cuestión novedosa en la actualidad. Desde hace muchos años estos problemas han existido aunque sobre bases que han ido cambiando a lo largo del tiempo; desde aquellos tiempos en que las cofradías preferían deambular por las calles hasta altas horas de la madrugada y hacían todo lo posible para que sus itinerarios y tiempo de estancia en la calle fueran el máximo posible, hasta los tiempos actuales en que la situación ha cambiado radicalmente haciendo todas lo posible por tener una recogida en sus templos a horas “normales”, evitando situaciones desagradables como de hecho, se han producido en algunas ocasiones.

El cambio de sede de nuestra Hermandad propició el tener que adaptarse, a partir de la Semana Santa de 1967, a un itinerario y horario nuevos que trajeron consigo muchos problemas; la lejanía de la nueva capilla y el número de horas que la cofradía se vio obligada a permanecer en la calle, amén de diversos problemas con el propio cuerpo de nazarenos y con las cuadrillas de costaleros, determinaron la necesidad de buscar alternativas al puesto que ocupaba la Hermandad en la nómina del Martes Santo.

Y una de ellas fue la posibilidad de una permuta con la hermandad del Dulce Nombre, que ocupaba el puesto sexto de dicha nómina, mediante la firma de un documento que, desde entonces, es conocido por la “Concordia” entre ambas Hermandades. El único problema que planteaba el acuerdo y que había que corregir era el creado con la hermandad de la Candelaria, que efectuaba una vuelta por la plaza del Triunfo y además efectuaba una parada técnica frente al hotel Alfonso XIII para el descanso de sus costaleros, lo que impedía el discurrir de nuestra Hermandad por la calle San Fernando; superado dicho problema por la voluntad de la Candelaria de efectuar dicha parada una vez rebasada la Universidad, permitiendo así el paso libre por la calle San Fernando, el acuerdo se produce y se aprueba en Cabildo de oficiales de 19 de enero de 1971, en el que se faculta al Hermano Mayor, Teniente Hno. Mayor y Consiliario Primero para la redacción del documento. Redactado éste, se presenta nuevamente a la junta de gobierno reunida en cabildo, el 28 de enero siguiente, siendo aprobado el documento por unanimidad.

Extracto del Acta de 19 de enero de 1971.

El texto de la Concordia permitía la permuta de las dos cofradías en los puestos tercero y sexto que ocupaban en la nómina del Martes Santo de entonces, por un plazo de dos años -1971 y 1972-, entendiéndose no obstante indefinida, una vez finalizado el plazo, hasta que la misma fuera anulada por cualquiera de las dos hermandades y sin que implicara dejación de los derechos históricos de ambas; contenía también unas disposiciones formales como el envío de una comisión de nazarenos para ser representada en la cofradía contraria en las estaciones de penitencia de ambas, e igualmente la asistencia representativa a los actos de culto y reuniones públicas de cada una de las hermandades, con la obligación finalmente de dar cuenta del acuerdo a los Cabildos de oficiales respectivos, al Consejo General de Hermandades y Cofradías para su conocimiento, y a las hermandades de San Benito y la Candelaria, afectadas por el cambio de orden.

Conviene subrayar que la comunicación del acuerdo al Consejo, lo fue a los solos efectos de su conocimiento, situación en nada parecida a la actualidad en la que dicha institución se ha convertido en un órgano director y gestor por encima de las propias hermandades a las que –se entiende-, debe solamente representar.

Documento de la Concordia (sobre estas líneas y abajo).

El acto de la firma se celebró el 9 de febrero de 1971 en la sala capitular de nuestra Hermandad, en presencia de los Directores Espirituales de ambas hermandades, D. Francisco Gil Delgado (de nuestra Hermandad), y D. José Manuel García Junco (de la hermandad del Dulce Nombre), firmando por esta última Claudio de la Puente (Hno. Mayor), Manuel Filpo Pérez (Mayordomo) y Rafael Ríos Rodríguez (Secretario 1º), y por nuestra Hermandad, el Hno. Mayor Ramos Rubau, el Teniente Hno. Mayor Moya García y el Consiliario 1º García y García, asistiendo al acto el Delegado del Martes Santo Fernando Piruat, el pregonero Antonio Hermosilla y los Hermanos Mayores del Martes Santo, Ponce, Laguillo, Fernández Vázquez, Oriol y Marcos, y por la hermandad del Gran Poder el vizconde Dos Fuentes.

Momentos de la firma del documento de la Concordia.

La firma de la Concordia suponía para la cofradía modificar su horario, permitiendo una salida a las 19:00 horas (en lugar de a las 16:30), ampliando la hora de entrada hasta las 00:15 horas (en lugar de a las 23:00 horas, como hasta entonces se venía produciendo).

Sin embargo, el Martes Santo 6 de abril de 1971 amaneció con nubes que presagiaban lluvia, como así ocurrió, de modo que a las siete de la tarde llovía abundantemente, lo que determinó, a pesar de una espera de una hora de margen, la suspensión definitiva de la salida de la cofradía.

Al año siguiente, Martes Santo de 15 de marzo de 1972, la Concordia pudo cumplirse siendo además la primera vez que la Hermandad iba a efectuar la salida desde el vestíbulo del Rectorado. En la Presidencia figuraban dos nazarenos blancos de la hermandad del Dulce Nombre, mientras que la representación de nuestra Hermandad en aquella, estuvo ostentada por Antonio Jiménez de León Sotelo y Manuel Estrada Aguilar.

Diversos momentos de la salida procesional en 1972

El Martes Santo de 1973 (aquel 17 de abril siempre recordado por ser la primera salida de la cuadrilla de hermanos costaleros), la Concordia también fue mantenida al no haberse denunciado la misma por ninguna de las hermandades. Sin embargo, se acumuló un extraordinario retraso en el discurrir de las distintas cofradías del día, obligando a que nuestra Hermandad se recogiera a las 2:20 horas de la madrugada, originando todo ello un gran descontento en el cuerpo de nazarenos, descontento que es puesto de manifiesto por D. Tomás de Aquino García y García quien, en carta que dirige a la Junta de Gobierno el 16 de octubre de 1973, viene a poner de manifiesto todos los inconvenientes habidos y la necesidad de terminar con la permuta, debiendo todo ello ser comunicado a la hermandad del Dulce Nombre para recuperar el turno normal de paso por la carrera oficial.

Carta de D. Tomás de Aquino García y García.

El 6 de noviembre siguiente, la Junta de Gobierno se reunió en cabildo de oficiales y fue sometida a votación la supresión de la Concordia con la hermandad del Dulce Nombre, obteniéndose un resultado de once votos a favor de la anulación de la misma, frente a otros ocho que prefirieron mantenerla, comunicándose así a la hermandad de San Lorenzo, al Consejo y al resto de hermandades del Martes Santo. La casualidad quiso que, el Martes Santo de 1974 y recuperado el puesto correspondiente en la nómina de hermandades, llovió fuertemente durante toda la tarde impidiendo la salida de nuestra Hermandad. La única que efectuó su salida fue, entrada ya la noche y amainada la lluvia, la del Dulce Nombre que pudo así realizar su estación de penitencia.

Acta del cabildo de oficiales de 6 de noviembre de 1973, con el resultado de la votación.

(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)

 

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