Desde hoy, Martes de Pasión, los dos pasos de nuestra cofradía lucen ya en la Capilla de la Universidad a la espera del tan ansiado Martes Santo. El paso del Cristo de la Buena Muerte estrena el bordado de los faldones delantero y trasero, así como los nuevos hachones de bronce, ejecutados en el taller de los orfebres Hermanos Ramos.
Con ejecución a cargo del taller de Artesanía Santa Bárbara y diseño de N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña, el faldón delantero se presentó en público en la exposición celebrada en el Ayuntamiento en febrero de 2020 con ocasión de los actos del cuarto centenario de la hechura de nuestro Crucificado. Realizado en tejido de terciopelo en color morado, el dibujo original del faldón está inspirado en un paño frontal de altar del Monasterio de Guadalupe (Cáceres) que el príncipe heredero Felipe II, hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, regaló al cenobio en su visita de 1547, cuando tenía 20 años.
Adopta las características del estilo renacentista plateresco, a semejanza de la obra en la que se basa la pieza. El faldón consta de una cenefa horizontal y dos verticales flanqueadas por dos broches de faldón a cada lado. Cada una de dichas cenefas están contorneadas por un galón bordado en técnica y hojuela, muestra armada y bordados de flores conformadas por escamados de lentejuelas. En las dos cenefas verticales destacan sendas cartelas rematadas con coronas, en las que se muestran simbologías pasionistas. También aparecen figuras mitológicas de grifos, con la cabeza y alas de un águila y cuerpo de león.
La Hermandad ya ha encargado al mismo taller la ejecución de los faldones laterales, cuya entrega está prevista para el mes de abril de 2024.
Por su parte, los cuatro nuevos hachones han sido ejecutados en bronce en los talleres de los Hermanos Ramos, Pedro y José Manuel. El dibujo original de los hachones, obra de N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña, sigue las características de una columna expuesta en el Victoria & Albert Museum de Londres que, con una gran pieza central en forma de copa sostenida por cuatro leones sedentes, sostiene un amplio pebetero donde se aloja el codal de cera. Para su ejecución se han empleado un total de 400 kilos de bronce.