A finales de 1946 es elegido de nuevo Hermano Mayor D. Ángel Camacho Baños, quien ya lo había sido en 1934 y 1937, afrontándose durante este mandato la ejecución de los respiraderos del paso de palio, para lo que se firma contrato con el orfebre Emilio García de Armenta bajo un presupuesto de 80.000 pts., y motivos bordados en malla y oro fino para lo que se contrata con el taller de Sobrinos de José Caro, con un presupuesto de 67.500 pts. Los respiraderos serían estrenados definitivamente en la Semana Santa de 1948.
Como se puede observar en el dibujo original de Castilla del paso de palio, el respiradero frontal estaba concebido sin el templete de plata que contiene la reliquia y así fue realizado, efectuándose las primeras salidas procesionales sin el mismo.
En los primeros días del año 1948 se decide rematar el respiradero frontal con la colocación de un templete-relicario, dirigiéndose la Hermandad al Obispo de León para la concesión de una venerable reliquia del cuerpo de San Isidoro, “Doctor Hispaniarum” y Arzobispo de la ciudad de Sevilla, comunicándosele que dicha reliquia sería expuesta “en un relicario de plata y piedras preciosas al ser San Isidoro Doctor de las Españas, Patrono de la intelectualidad española, Patrono de la Facultad de Filosofía y Letras y también Patrono de la ciudad de Sevilla”, petición que es apoyada por D. Luis Ortiz Muñoz quien, a su vez, dirige carta al Obispo D. Luis Almarcha, y que es contestada por dicha jerarquía eclesiástica en sentido afirmativo, teniéndose que esperar no obstante hasta que se procediera a la apertura de la urna donde reposaban las sagradas reliquias del Santo en la Real Colegiata de San Isidoro de León.
No sería hasta el 31 de marzo de 1949 cuando se recibiría nueva misiva del Sr. Obispo anunciando la inminente entrega de la reliquia a través del Sr. Ortiz Muñoz, lo que así ocurrió siendo trasladada la misma a la Hermandad en fecha 4 de abril de aquel año, festividad del Santo, siendo colocada en el relicario que había de estrenarse al siguiente día, Martes Santo.
Al mes siguiente, por el Mayordomo es entregado al notario de la ciudad D. Joaquín Muñoz Casillas para su protocolización, un documento original redactado en latín, escrito a máquina y extendido en una cuartilla de papel seda que se introduce en el relicario, al mismo tiempo que es transcrito en acta notarial firmada por el citado notario, del nº 803 del protocolo, en fecha 6 de mayo de 1949, y que acredita la certeza de la reliquia de huesos del cuerpo de San Isidoro que el Sr. Obispo de León Dr. D. Luis Almarcha y Hernández, en virtud de su concesión, le había otorgado a la Hermandad, y que convenientemente traducido, así reza:
“Nos, Luis Almarcha Hernández, Obispo de León por la Gracia de Dios y de la Sede Apostólica, hacemos saber y atestiguamos que Nos hacemos donación y testamos una partícula de los huesos de San Isidoro, extraída de lugares auténticos y legítimamente reconocida, la cual reverentemente hemos colocado sobre tela de color rojo y otra seda de color blanco, atada con un cordón de seda de color blanco, con constancia y confirmada con nuestro sello impreso en cera roja española, en fe de los cual hemos remitido estas presentes letras de nuestra mano y garantizado con nuestro sello. Firmado, Luis, Obispo de León. Dado en León el 4 de abril del año de Señor de 1949”.
(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)