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El Retrovisor

La Capilla

El 7 de febrero de 1950, el Cabildo General celebrado con la presencia de veintinueve hermanos, resolvió por unanimidad el traslado de la Hermandad desde la calle Laraña a la nueva sede de la Universidad en la calle San Fernando. Pero esta decisión, tomada para que pudiera continuarse la labor apostólica de la Hermandad en el ámbito estudiantil sevillano (así reza en el acta de la sesión celebrada), no será fácil de llevarse a cabo como ahora veremos, por las dificultades encontradas en la reedificación de la nueva capilla.

Hasta seis años después de aquel acuerdo, no vuelve a tomarse una medida de importancia sobre el tema. Efectivamente es en 1956 cuando, a raíz de una comunicación del Rector sobre la situación ruinosa de la iglesia de la Anunciación, se solicita la ampliación de la capilla ya existente en la que tiene su sede la hermandad de las Cigarreras.

El primer proyecto de obras es de 1957, firmado por los arquitectos Alberto Balbontín, Antonio Delgado Roig y Alfonso Toro Buiza, con un presupuesto entre setecientas cincuenta mil y un millón de pesetas, que es entregado al rector para su elevación al Ministerio. El proyecto de obras constaba de dos fases: una primera, que suponía anexar una nueva nave a la capilla existente (la que hoy es la nave de la Virgen de los Remedios), y otra segunda fase más ambiciosa, consistente en agregar una nueva nave circular más elevada, rematada con una gran cúpula, que ocuparía la zona del foso y dotada de puertas a la lonja (la delantera actual), a la calle San Fernando por el lateral de la nueva nave a construir, y una última a la plaza de Don Juan de Austria. Este proyecto de obras de 1957, según algunos, fue utilizado por los mismos arquitectos en la construcción de la hoy basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, presentado a la hermandad en 1959 y cuyas obras darían comienzo a mediados del año siguiente.

Proyecto original en el que se advierte la nave circular posterior rematada por una gran cúpula.
Plano en el que se advierten las distintas fases de construcción.

En 1958, la Real Academia de Bellas Artes emite informe desfavorable a la construcción de la segunda fase de las obras, al advertir que la cúpula de la nave a construir no guarda armonía con el conjunto del monumento, obligando a la redacción de nuevos y sucesivos proyectos que van a dar al traste con el proyecto originario.

 

Distintas soluciones aportadas ante las objeciones a la cúpula.

Ante el estancamiento del proyecto, a finales de 1958 la Hermandad se dirige al Ministerio solicitando que, hasta tanto se resuelvan los problemas con la segunda fase, se autorice la construcción de la primera, autorización que no se producirá hasta un año después. Pero, a pesar de ello, las obras continuarán sin dar comienzo y en 1962, la Hermandad va a girar visita nuevamente al Ministerio dando traslado de un nuevo proyecto, renunciando definitivamente a la construcción de la nave circular y reduciendo el mismo simplemente a la construcción de un anexo lateral a la capilla ya existente, con apertura de puerta a la calle San Fernando y con un presupuesto de ejecución de 1.009.537 pesetas, cuyo libramiento no se produciría hasta finales de 1963. La segunda fase de las obras quedaría en el olvido para siempre.

Primera fase de la reforma que sería la única ejecutada.

A comienzos de 1965, conociéndose que la hermandad de las Cigarreras va a abandonar la capilla de la Fábrica de Tabacos tras la Semana Santa de ese año, el rectorado comienza a apremiar a la Hermandad para su traslado definitivo, celebrándose distintas reuniones de la junta de gobierno a lo largo del año a fin de tomar una decisión al respecto, la que finalmente se adopta en el mes de marzo de dicho año, comunicándose al rector que el traslado se llevaría a cabo tras la Semana Santa. Sin embargo un hecho sin duda insólito por cuanto de falta de previsión supone, viene a dar al traste con tal propósito, y es el de haberse realizado una prueba con las medidas de los “pasos” en la nueva capilla de la calle San Fernando, comprobándose con desilusión que éstos no podrían salir por la puerta que utilizaba la hermandad de las Cigarreras para acceder a la lonja (hoy clausurada y de la que aún puede observarse, desde el interior, el escalón de la misma), posponiéndose cualquier decisión sobre el traslado hasta tanto se expusieran estos problemas al rector y se buscasen las soluciones oportunas.

Puerta que utilizaba la hermandad de las Cigarreras para la salida, hoy clausurada.

En el mes de mayo de 1965, en encuentro celebrado con el rector se exponen las dificultades que existen, haciéndose patentes los siguientes inconvenientes: que las naves laterales (una de ellas de nueva construcción), no tienen altura suficiente, en particular para el “paso” del Cristo, no permitiendo su montaje ni levantadas de los costaleros; que existe un defecto de construcción con el cerramiento que se ha hecho en los arcos que dan acceso a las naves laterales, cerramiento que no figuraba así en el proyecto de obras, ya que los arcos fueron proyectados con total diafanidad; que, como ya ha quedado dicho, la puerta habilitada en la nave de la Epístola resulta pequeña para el acceso de los “pasos” al exterior; y que la puerta proyectada en la nave del Evangelio (que es la que daba acceso a la calle San Fernando), se encontraba tabicada y de hecho nunca fue abierta definitivamente, proponiéndose como solución más económica el abrir puerta a la plaza D. Juan de Austria con las dimensiones necesarias para la salida de la Cofradía, cuya portada y postigo pudiese ser una reproducción de la puerta principal de la Anunciación.

Proyecto de construcción de la puerta posterior con acceso a la plaza Don Juan de Austria.

A través de la intervención del alcalde Sr. Hernández Díaz, el Ayuntamiento se hace cargo de los gastos originados con motivo de las reformas en la nueva capilla, reformas cuyo proyecto se encarga redactar a comienzos de 1966. A lo largo de ese año se produce un aceleramiento de las obras, manteniéndose no obstante firme la Junta de Gobierno en no llevarse a cabo el traslado definitivo hasta la total terminación de las mismas.

En la noche del sábado 26 de noviembre de 1966 la Hermandad iba a cerrar la página de su historia en la iglesia de la Anunciación donde había sido fundada hacía cuarenta y dos años, iniciando un nuevo período en su nueva sede en la capilla de la Fábrica de Tabacos, actual Universidad. Desde aquella primera decisión tomada en 1950, dieciséis años habían transcurrido hasta el traslado definitivo a esa nueva sede.

(Esta entrada de la sección de ‘El Retrovisor’ ha sido elaborada por N.H.D. Antonio Gutiérrez de la Peña)

 

 

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